Existe una actitud censurable, por no decir una manía, común a la mayor parte de los araucanistas modernos, nos estamos refiriendo a la actitud de erigirse motu proprio en filólogos. Y esto a pesar de su más supina ignorancia tanto del idioma nativo como de las más elementales nociones de lingüística. Hemos dado ya sobrados ejemplos sobre este particular.
Bien decía Juan Benigar: "Así hay quien de una lengua sabe una veintena de vocablos mal oídos y, como tal nada, resueltamente toma entre sus muelas las nueces lingüísticas más duras." Este fenómeno es digno de un profundo estudio psicopatológico.
Estos investigadores ¿desconocen acaso que los actuales mapuche han perdido el sentido originario, y por lo tanto etimológico, de muchos vocablos ; vocablos a los que adscriben interpretaciones etiológicas a posteriori ("etimologías populares")? ¿Ignoran acaso que la lengua mapuche está preñada de vocablos provenientes de otras naciones indígenas, algunas extintas, y que en los diccionarios figuran lisa y llanamente como voces mapuches ? ¿Ignoran acaso que estas palabras extranjeras han sido adoptadas y revalorizadas por los
mapuche? Tal es el caso, por ejemplo, de likan, entre tantas otras; y que autores como Casamiquela erróneamente pretenden mapuche.
Recordemos que "para un mismo pueblo, si acontece que su mentalidad sufre en el curso de su existencia modificaciones notables, no solo se substituyen términos nuevos en su lenguaje a los términos antiguos, sino que también el sentido de los términos que se mantienen varía correlativamente a los cambios mentales, a tal punto, que en una lengua que ha permanecido casi idéntica en su forma exterior, las mismas palabras llegan a no responder ya a las mismas concepciones, y se necesitaría entonces, para restablecer su sentido, una verdadera traducción que reemplazase las palabras que sin embargo están en uso todavía, por otras diferentes". "Existe una demarcación muy neta entre las lenguas vulgares, que varían por fuerza en cierta medida para responder a las necesidades del uso corriente, y las lenguas que sirven para la exposición de las doctrinas, lenguas que están inmutablemente fijadas, y que su destino pone al abrigo de todas las variaciones contingentes, lo que, por lo demás, disminuye aún la importancia de las determinaciones cronológicas"
Estas lenguas especiales a las que se refiere Guenón son las denominadas lenguas sagradas. La nación mapuche posee una lengua sagrada preñada de arcaísmos que se remontan a tiempos preincaicos. Esta lengua especial solo la emplean los Renü, Toki y Machi, vale decir los "iniciados", el vulgo mapuche no la comprende. Aquel investigador que pretenda conocer algo de la sacralidad mapuche y no conozca este lenguaje secreto- instituido por la divinidad misma- jamás comprenderá la totalidad de esa sacralidad y sus aspectos más significativos, solo llegará a conocer exterioridades huecas. Gracias a este medio se han preservado incólumes las tradiciones milenarias de la nación mapuche a resguardo de las profanadoras miradas de los investigadores, y a salvo de las heterodoxas interpretaciones de algún longko decadente o machi fingida. [longko=jefe o cacique, machi= chamán curador]
Muchos vocablos que no existen en el vocabulario mapuche cotidiano están presentes en cambio en esta maravillosa lengua. Ella nos permite con indescriptible sencillez y admirable capacidad expresar las grandes verdades metafísicas , cualidades -que sin exagerar- nos permiten compararla a chino o al devanagari.
Recordemos que estas verdades metafísicas son inaccesibles a la mentalidad, y en consecuencia a los lenguajes, de los occidentales modernos o "wingkas". Si no se tienen en cuenta todos estos factores, y muchos otros que sería fatigoso enumerar, cualquier estudio
que pretenda apoyarse sobre elementos lingüísticos está condenado al error.
La vía filológica de investigación tan preconizada en el siglo XIX por la escuela historicista y en especial por Max Müller ha caído en gran descrédito. Es necesaria pero no suficiente.
Ejemplo de ello damos en otro estudio donde tratamos el grave error cometido por el docto Imbelloni al interpretar la cadena isoglosemática de la palabra TOKI.
El Dr. Lenz, famoso lingüista germano radicado en Chile, nos decía: "parece que nadie se ha dedicado seriamente a tales estudios, puesto que el cultivo de la lingüística y la filología en los países españoles ha estado en manos de aficionados que por lo demás de profesión han sido abogados, ingenieros o médicos... El insigne lingüista Federico Müller de la Universidad de Viena escribe en el prefacio de la segunda parte de su obra gigantesca que abarca casi todas las lenguas conocidas del mundo: ‘Bajo el nombre de lingüística entiendo
una indagación exacta y basada en hechos comprobados por estudios propios; aquella charla superficial y ostentosa que finge querer popularizar conocimientos que a ella misma le hacen falta, no la puedo considerar como una ciencia. En fin, HA LLEGADO EL MOMENTO EN QUE DEBE DEJARSE DEFINITIVAMENTE DE HABLAR SOBRE COSAS QUE UNO MISMO NO COMPRENDE, para que la lingüística no pierda el crédito de que deben gozar todas las ciencias...’"
La causa de esta moda por la que los etnólogos juegan a ser lingüistas es el método del análisis estructural antropológico, transposición poco feliz del genial análisis sistémico lingüístico de Saussure. Muchos conceptos y principios exclusivos de la lingüística fueron injertados sin la menor adaptación, de una manera mecánica, en la antropología. Y en razón de esto basta con unos cuantos diccionarios y textos de la lengua aborigen para pergeñar las más delirantes fantasías sin salir del gabinete de estudio.
Actualmente en la Argentina y en el área mapuche en particular no existe prácticamente el trabajo de campo etnológico prolongado. Si lo hay es muy pobre, y por lo general es de tan solo algunos días al año pasados en alguna reserva indígena. Las excepciones a esta afirmación no superan los dedos de una mano. Se sobreentiende que no incluímos en estas afirmaciones a los misioneros que realizan trabajos metódicos de investigación in situ.
Reiteremos hasta el cansancio: las vías bibliográficas y filológicas sólo son un complemento del trabajo de campo y de ningún modo deben privilegiarse, pues a más de ser las menos certeras conducen inevitablemente a bizantinismos esterilizantes y muchas veces a conclusiones tan arbitrarias que rayan en lo ridículo.
MIRANDO HACIA EL FUTURO
Al comienzo de este artículo señalábamos: la galería de "paradigmas" que presentamos no agotan en lo absoluto las obras y autores existentes, sino que tan solo nos muestran un variado panorama de las mismas.
Hasta aquí hemos realizado crítica haciendo especialmente hincapié sobre los aspectos negativos, ahora hagamos una sobre aquellos positivos a fin de que el lector haga su balance y estime una proyección futurible.
Reiteramos que, no se hará aquí una reseña de autores e investigadores argentinos que merecen entusiasta aprobación; tan solo citaremos algunos cuyas obras marcan un hito significativo dentro de los estudios mapuches actuales (desde 1960 a esta parte).
WILY HASSLER
Don Wily es el autor de "LOS NGUILLATUNES DEL NEUQUÉN", él es uno de esos talentos desaprovechados. Nuestras universidades y fundaciones subvencionan a investigadores incompetentes, y lamentablemente abandonan a su suerte a talentos innatos para la investigación intimista como Hassler.
Este profundo conocedor de la cultura mapuche en lugar de tener una "dedicación exclusiva" o una "sinecura" (como tantos acomodados por la política) debe trabajar de taxista para poder sobrevivir (!!!). Las altas prendas morales de este caballero le han valido el respeto y la aceptación de los mapuches. Su actitud candorosa y afectuosa hacia todo lo que es nativo, despojada de prejuicios académicos, ideas preconcebidas y "bibliografías" de dudosa calidad, le ha permitido observar materiales y circunstancias de las que ningún otro investigador moderno se ha percatado.
RODOLFO CASAMIQUELA
Aquí nos referimos al jóven Casamiquela de los primeros tiempos, el investigador de campo. Son clásicos ineludibles su "ESTUDIO DEL NGILLATUN Y LA RELIGIÓN ARAUCANA", "CANCIONES TOTÉMICAS ARAUCANAS Y GÜNÜNA KËNA" (obra que brindó casi todo el repertorio que interpretaba la extinta Aimé Painé, -y hoy sus imitadoras- ella fué otra "obra" de Casamiquela) y "SOBRE LA SIGNIFICACIÓN MÁGICA DEL ARTE RUPESTRE PATAGÓNICO".
Sus trabajos lingüísticos y producciones posteriores caen bajo las críticas que le hicieramos oportunamente.
RUBÉN PÉREZ BUGALLO
En el área de la etnomusicología, son altamente valiosos sus artículos sobre instrumentos musicales mapuche aparecidos en la Revista Patagónica .
FRANCISCO CALENDINO
En el área lexicológica, en Argentina, es altamente meritoria la obra del misionero salesiano Francisco Calendino. Hombre de una gran modestia y bondad y autor de un prolijo DICCIONARIO MAPUCHE BÁSICO bilingüe (mapuche-español y español-mapuche) basado en el clásico de Félix de Augusta. En vez de ser una mera fotocopia acondicionada, como lo son sus pares chilenos, éste es un trabajo editorial original. Es destacable el cuidado puesto por "Ediciones Goudelias" tanto en la confección como en la tipografía.
Posee este libro además un apéndice, concisa y acertada síntesis de la gramática mapuche ("Idioma Mapuche") de Mösbach. Todos estos méritos sumados a su insignificante coste y a su tamaño de bolsillo lo hacen altamente recomendable.
Este salesiano es buen conocedor de la lengua mapuche, fue sacerdote en El Huecú, y en Colipilli (Comunidad mapuche Huayqillan) (Neuquén). Según algunas informaciones que recibimos - no confirmadas - actualmente estaría radicado en El Bolsón (Chubut), según otros en Bahía Blanca (pcia. de Bs. As.), y padecería de una afección que paulatinamente lo privaría del sentido de la vista, circunstancia que le impediría continuar con sus escritos.
JUAN CARLOS RADOVICH
En el área antropológica los trabajos de Juan Carlos Radovich son destacables, especialmente "EL PENTECOSTALISMO ENTRE LOS MAPUCHE DEL NEUQUÉN". Obra muy tenida en cuenta por investigadores extranjeros.
MEINRADO HUX
Meinrado Hux: sacerdote residente en Los Toldos, Provincia de Buenos Aires, y según ciertas referencias, mentor de Haroldo Coliqueo. Hux ha recopilado con singular acierto, y sin ninguna pretensión extemporánea, las biografías de muchos conductores políticos y militares indígenas, denominados desvalorativamente por los "blancos": caciques, capitanejos, reyes, etc. Su trabajo es digno del mayor de los elogios tanto por lo documentado y conciso como por excluir arrebatos literarios típicos del género.
Gracias a esta obra se rescata del olvido el recuerdo de muchos héroes y traidores de la nación Mapuche, y se establece una base para escribir la historia desde la perspectiva indígena. Los 5 tomos que componen esta obra son: Caciques Pampa-Ranqueles, Caciques Huiliches y Salineros, Caciques Pehuenches, Caciques Borogas y Araucanos, Caciques Puelches Pampas y Serranos. Son de lamentar en estas ediciones los numerosos errores tipográficos.
No dudamos que existen, aparte de estos, buenos trabajos realizados por otros investigadores, pero por hallarse dispersos en publicaciones periódicas no alcanzan lamentablemente ni el conocimiento público ni la difusión debida.
CONCLUSIÓN..
Se habrá apreciado que solo nos hemos atenido a cuestión de hechos y en particular a los "doctos cum libro", pero hemos dejado de lado las opiniones personales de los autores. Opiniones un tanto aventuradas algunas veces, pero que dentro de todo tienen derecho a emitir puesto que, al contrario de quien esto escribe, no están ligados a la Tradición Mapuche u otra actualmente viva, ni están en posesión de ningún dato recibido por transmisión directa, datos que ni remotamente son los recogidos en una investigación de campo por profunda que pudiera ser.
Si hemos insistido tanto en los defectos de los autores que hemos revistado, es porque es hacerle un favor a un autor cuando se le hacen críticas precisas, y por otro lado, porque las críticas legítimas pueden contribuir útilmente a destruir reputaciones usurpadas.
Es deplorable ver con cuanta facilidad se deja engañar el gran público, y aún los mismos especialistas, por audaces charlatanes, a causa de la ignorancia en que se hallan generalmente sobre estos temas.
Hacemos nuestras aquellas magistrales palabras de Benigar:
"Con esto deseo lograr que se ponga en guardia el espíritu crítico del lector. Porque no sólo los autores yerran, sino también los lectores cuando, aceptando con facilidad afirmaciones ligeras, contribuyen a la perpetuación de errores, que un sentido crítico puede descubrir, aún cuando el lector común depende de la honradez del autor en cuanto al fondo técnico de las premisas..." "EL LECTOR CRÍTICO ES EL COLABORADOR EN LA OBRA DEL AUTOR, MIENTRAS QUE EL LECTOR SUPERFICIAL ES SU ENCUBRIDOR".
Como cierre recordemos aquellas palabras de don José Imbelloni, aquellas con que comenzamos esta nota, y pensemos que desde 1942 a 1961 la situación permanecía inconmovible, puesto que Casamiquela afirmaba en ese entonces:
"Como se ve, el cuadro es casi todo negativo. Su "moraleja" positiva tiene que traducirse forzosamente en una exhortación a los estudiosos, especialmente a los alumnos de las carreras de las Ciencias del Hombre... a dedicarse a este problema en particular y, desde luego, a los estudios de etnografía, argentina o extraargentina tan velada todavía de misterio; en general."
Otros 30 años han pasado desde ese entonces, y, como dijéramos en un principio: todo ha empeorado o a lo sumo -si se quiere- en nada se ha avanzado.
En medio de estas tenebrosas brumas en que se hallan inmersos los estudios sobre lo mapuche ¿qué podemos esperar? ¿cabe alguna solución?... , entonces cual furtivo destello en la noche obscura del alma surgen aquellas luminosas palabras de Leonardo Da Vinci:
"El mal actual es consecuencia de la Ignorancia del pasado, siendo por lo tanto irremediable; pero el mal futuro si es remediable, pues será la consecuencia de la Ignorancia presente."
Por lo tanto, la solución está en tus manos lector. Sólo de ti depende...
FEI AFI
Se terminó!
Aukanaw
No hay comentarios:
Publicar un comentario